lunes, 24 de octubre de 2011

Semiología de las enfermedades agudas intercurrentes


No podemos abordar el tema de hoy, sin antes referirnos al mensaje esencial que Hahnemann nos legó en el par nº3 de su Órganon sexta edición donde resume todo su método terapéutico, de la siguiente manera:

1º  Aprenda a conocer la enfermedad natural
2º Conozca la enfermedad artificial (los medicamentos homeopáticos)
3º Aprenda bien a utilizar estos medicamentos que ha conocido para lograr la curación de la enfermedad natura.
4º Sepa que pueden existir obstáculos que podrán interferir la curación y trate de removerlos.

Partiendo de esta base y retomando el punto 1º veamos pues a qué nos estamos refiriendo al decir “enfermedades agudas intercurrentes”.
Definamos antes que nada, siempre de la mano del fundador del método homeopático, qué es una enfermedad aguda y luego qué es una enfermedad intercurrente.
Enfermedad aguda: es una alteración de la energía vital que tiene tendencia a terminar su período y a esto lo hace en un tiempo de duración mediana.
Las enfermedades agudas que atacan a las personas en forma individual, pueden provenir de dos fuentes diferentes:
a-   Explosiones pasajeras del miasma crónico y
b-   Las restantes se deben a influencias perjudiciales que afectan al hombre también en forma individual. Como por ejemplo de esto último Hahnemann cita: alimentación, excesos o defectos de la misma, enfriamientos o acaloramientos, sobreesfuerzos físicos, conductas disipadas, trastornos emocionales, etc.
Dijimos que las enfermedades agudas pueden atacar en forma individual a las personas como acabamos de mencionar, aunque también lo pueden hacer en forma colectiva, atacando a más de una persona por vez. De acuerdo a esto hay dos tipos de enfermedades agudas colectivas:
1-   Las llamadas enfermedades esporádicas, que afectan simultáneamente a pocos individuos por vez, debido a la susceptibilidad de esas personas y a las influencias telúricas y atmosféricas.
2-   El segundo grupo de enfermedades agudas colectivas pertenece a las llamadas enfermedades agudas epidémicas o miasmas agudos, que tienen como características poseer el mismo origen, ser de carácter contagioso, y afectar a muchas personas a la vez. Dentro de las epidémicas o miasmas agudos algunas se presentan siempre de la misma manera, son los miasmas agudos fijos peculiares con un nombre fijo (sarampión, varicela, etc.).

Definamos ahora las enfermedades agudas intercurrentes, también llamadas por Hahnemann Enfermedades intermediarias aisladas: son enfermedades epidémicas o esporádicas que sobrevienen en el transcurso de una enfermedad crónica.

Después de haber aclarado estos conceptos a la luz de la pluma de Hahnemann estamos ya en condiciones de decir cómo realizar la semiología y el tratamiento de las enfermedades agudas intercurrentes siguiendo las precisas indicaciones del autor del método:
En general la investigación de las enfermedades agudas son más fáciles para el médico porque la desviación de la salud se ha producido recientemente, y está fresco en la memoria del enfermo y de los que lo acompañan.
Leamos el parágrafo 100: al investigar la totalidad de los síntomas de las enfermedades epidémicas y esporádicas, no tiene ninguna importancia el hecho de que haya o no aparecido antes en el mundo algo semejante con el mismo nombre o con otro. La novedad o peculiaridad de una enfermedad de esta clase no influye ni en el método de examen ni en el tratamiento, puesto que el médico debe considerar la imagen pura de cada enfermedad reinante como si fuera algo nuevo o desconocido e investigarla completamente en sí misma si desea practicar la medicina de manera radical. Jamás sustituyendo la observación actual por conjeturas, nunca dar por supuesto que la enfermedad ya era antes de él total o parcialmente conocida, sino que debe examinarla cuidadosamente en todas sus fases. Este modo de proceder es indispensable en tales casos, pues un cuidadoso examen demostrará que cada enfermedad reinante es en muchos aspectos un fenómeno de carácter único….
Hahnemann desarrolla en los párrafos 246 al 252 de EC (traducido por la Dra. Cristina Viqueira) todo lo concerniente a las enfermedades intercurrentes, pero no quisiera terminar sin resaltar de esto lo siguiente:

“las enfermedades agudas intercurrentes deben ser tratadas lo antes posible porque se corre el riesgo de que despierten el miasma crónico de su latencia o bien si están ya desarrollados, desarrollarlos aún más.

Nada más, muchas gracias por su atención.

Dr. Mario Schliserman
Médico Homeópata



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Enfermedades Agudas Intercurrentes


Es gratificante abordar un tema como este, de LAS ENFERMEDADES AGUDAS Intercurrentes en esta Segunda Jornada de Homeopatía Pediátrica, dándole la implicancia práctica al mismo.

Procedo a exponer en tres ítems este trabajo:
1- Citas de Hahnemann en su Órganon de la Medicina sexta edición y del Tratado de las Enfermedades Crónicas (Trabajo realizado por la Dra. Cristina O. Viqueira). inherentes al tema en cuestión.
2- Mi experiencia personal con las enfermedades agudas intercurrentes en nuestra Fundación, en el Departamento de Agudos.
3- Conclusiones, consideraciones y algunas sugerencias.


Primer ítem:
El Tratado de Enfermedades Crónicas,  está dividido en tres capítulos:
Primer capítulo: LA NATURALEZA DE LAS ENFERMEDADES CRÓNICAS (pág. 27, párrafo 1 al 108).
Segundo capítulo: LA CURACIÓN DE LAS ENFERMEDADES CRÓNICAS (pág. 107, párrafo 109 al 276).
Tercer capítulo: LOS MEDICAMENTOS (pág. 171, párrafo 277 al 303).
No están agregados en esta obra y donde se describen los 48 antipsóricos.


En el capítulo segundo de este tratado (LA CURACION DE LAS ENFERMEDADES CRONICAS), Hahnemann habla desde el párrafo 109 al 245 de normas higiénicas y dietéticas y también de distintos obstáculos a la curación. Y llegamos al párrafo 246, pág. 159,  donde define que es una  enfermedad AGUDA INTERCURRENTE. Haciendo referencia, que no tan solo interrumpen a la enfermedad crónica sino que también perturban el tratamiento antipsórico y que a su vez lo interrumpen en un lapso bastante largo. Agrega, en este mismo párrafo que se debe recurrir a otras "Asistencias Homeopáticas", interrumpiendo el tratamiento de su enfermedad crónica hasta tanto no haya transcurrido esta enfermedad intercurrente.
Y en el párrafo 248, pág. 161 nos dice que pasada la enfermedad aguda intercurrente debemos volver a valorar al paciente, para observar si se sigue con el mismo tratamiento de la enfermedad crónica  o por efecto de esta enfermedad aguda intercurrente, se modificó, y por lo tanto debe cambiarse el enfoque terapéutico con otro medicamento.
 Quisiera hacer referencia con respecto al párrafo 220, pág. 147 , donde Hahnemann habla de una enfermedad medicinal intercurrente , en este caso no se refiere a enfermedades agudas sino a enfermedades crónicas, o sea que tiene otra naturaleza, y es donde no se usó una dosis adecuada  que se ajuste lo más posible a los síntomas de la enfermedad.
Siguiendo con las citas de Hahnemann me parece interesante que nos ubiquemos en la clasificación de las enfermedades en Homeopatía. (parágrafos 73 y 74 del Órganon de la Medicina.










Enfermedades




AGUDAS


Individuales
Traumatismos
Indisposiciones
Exacerbaciones de las enfermedades crónicas


Colectivas
Esporádicas
Epidémicas
Agudas propiamente dichas, miasmos agudos.

CRONICAS
Psora
Sifilis
Sicosis




Antes quisiera ubicar a las enfermedades agudas intercurrentes dentro de la clasificación de las enfermedades agudas.










Agudas
Con relación al miasma crónico
Retorno de viejos síntomas
Una descarga exonerativa
Agudizaciones del miasma crónico







Sin relación con el miasma crónico


Colectivas
Esporádicas


EAI
Epidémicas
Aguda propiamente dichas





Individuales
Traumatismos





Indisposiciones
Excesos
Deficiencias alimentarias
Enfriamientos
Acaloramientos
Disipación
Esfuerzos físicos
Factores emocionales

En forma más explícita el tema de las enfermedades agudas intercurrentes los refiere en los párrafos 246, 247, 248, 249, 250, 251 y 252; que no los voy a leer textualmente. (pero que lo podemos hacer si ustedes. lo requieren al final de esta exposición). Pero quiero hacer un resumen de ellas diciendo que las enfermedades intercurrentes deben ser tratadas de inmediato porque pueden despertar a los miasmas de su condición de latencia, o bien, si están desarrolladas, desarrollarlas más aún.

Segundo item:
En mi práctica de pediatra alópata, ante tal circunstancia, si estaba asistiendo a un niño con una psoriasis, y sobrevenía una gripe epidémica, atendía a ésta última con los ya sabidos medicamentos (analgésicos, antipiréticos, etc.). Transcurrido este cuadro agudo, nunca supe, más, ni aún me preguntaba qué es lo que había que observar, y no tenía dudas de seguir con el tratamiento contra la psoriasis. En homeopatía como ya sabemos tiene otro enfoque.
En nuestro Departamento de agudos  en el período comprendido entre el 02/09/2002 al 02/09/2003.
En total se ficharon 556 pacientes: 307 adultos (55,2%) y 249 niños y adolescentes (44,8%)
Total de consultas 1206 casos: 673 adultos (55,8%) y 533 niños y adolescentes (44,2%)
De éste total observe 39 casos de enfermedades agudas intercurrentes  en niños que estaban tratados de su miasma crónico, de los cuales eran 6 lactantes, 10 niños de 1 año, 8 niños de 2 años, 9 de 3 años, 2 de 4 años y 4 de 5 años.
Basándome en todo esto quiero compartir con uds. mi experiencia en el tema de las enfermedades agudas intercurrentes, de estos 39 casos observados en el departamento de enfermedades agudas de nuestra fundación.








CONCLUSIONES:
1- Los niños tratados antes de las 24 horas del comienzo de su enfermedad aguda intercurrente con el similimun de la enfermedad intercurrente, no tuvieron ninguna modificación de su miasma crónico.
2- Los niños tratados  después de las 24 horas en un 80% no hubo modificación del cuadro crónico y en el 20% restante se modificó el cuadro crónico.
3- Se utilizó en tres casos la vía de olfacción en niños de 5 años porque llevaban menos de 10 horas de evolución observando en estos casos que no hubo modificación de su cuadro crónico.
4- En esta estadística solo en un caso el medicamento del agudo coincidió con el del crónico, el 100% fue tratado con la escala cincuenta milesimal.
5- He tratado estas enfermedades agudas con un solo medicamento en un 42% y  del 58%  restante el 15% hubo que complementar con otro medicamento y el 43% con un tercer medicamento hasta ver aniquilada la enfermedad.
6- Todas las enfermedades intercurrentes que menciono fueron gripes epidémicas y esporádicas ocurridas en la Provincia de Tucumán en los períodos comprendidos entre el 02/09/2002 y el 02/09/2003.
7- Deben ser tratadas todas las enfermedades agudas intercurrentes.
8- Deben tratarse las enfermedades intercurrentes haciendo una correcta y minuciosa anamnesis del agudo.
9- No dejamos ir al paciente a su domicilio hasta que no comience a manifestarse la ley de curación con claridad que en el agudo es franca y evidente (no esperamos la completa resolución, pero vemos cambiar el humor y el dolor por ej.).
10- Una vez tomada la anamnesis le damos Sacharo Lactis hasta que podamos repertorizar, y así poder bajar el grado de tensión de los padres y/o tutores.


CONSIDERACIONES FINALES:

El departamento de agudos es un servicio permanente que nuestra fundación pone a disposición de todos aquellos pacientes que padeciendo de una ENFERMEDAD AGUDA requieran del médico homeópata a la brevedad. El enfermo durante la atención de un cuadro agudo no necesita informar al médico homeópata de guardia todos aquellos datos íntimos que fueron requeridos por su médico homeópata de cabecera, ya que en estas circunstancias solo hará falta conocer los acontecimientos relacionados con el cuadro agudo.
Además de solucionar el problema de aquellos pacientes que no encuentran a su médico homeópata de cabecera durante una enfermedad aguda o en la agudización de una enfermedad crónica, la finalidad de este servicio es concientizar a la gente que no se debe tratar telefónicamente, ni mucho menos fomentar la auto medicación del paciente, son pretexto de que se trata de medicamentos inocuo; el resultado de estas malas prácticas es que los enfermos terminen en una guardia de emergencia de medicina convencional y así se cree que la homeopatía no cura estos casos de emergencia, sino que solo trata ciertos casos crónicos y algunos estados neuróticos.
La misión de nuestra fundación es predicar desde la teoría y también desde la práctica los beneficios de esta medicina.
Atención de cuadros agudos. En nuestro consultorio previa revisación clínica del paciente  se confecciona una ficha clínica, se suministra el medicamento seleccionado y se espera la reacción curativa del mismo, cuando el remedio es el adecuado, ésta es llamativamente veloz contra los que suponen que la homeopatía actúa muy lentamente. Trabajamos con un botiquín de 146 medicamentos de 2 LM y se utiliza la vía oral y en algunos casos, con llamativa éxito la vía olfativa. Algunos pocos medicamentos están en 30 ch por no disponerlos en escala cincuenta milesimal.

"Ante un paciente agudo donde uno se equivocó, el cuadro es desesperante; “se puede pedir paciencia, esperanza, inspiración que son factores cardinales en el arte de curar, pero también podemos pedir el concurso de otro médico homeópata”.

"Es realmente maravillo observar en el cuadro agudo como su curación se da en minutos u horas, lo que uno ve en meses o años en el enfermo crónico."

Y por último quiero hacer referencia a un punto que cada vez le damos más importancia en nuestra fundación, el tema de “DOSIS Y POTENCIA”.
Cuando Hahnemann habla de dosis habla de cantidad de medicamento y cuando habla de potencia se refiere al grado de  desarrollo del poder medicamentoso, que se logra mediante la trituración y sucusión del medicamento. Este poder del medicamento aumenta en concordancia con  las dinamizaciones progresivas, y así se van liberando nuevos síntomas, que esa sustancia posee en su interior.
Le doy gracias a Dios la invitación a esta jornada y me pongo a vuestra disposición para contestar sus dudas en caso de poder responderles.

Dr. Mario Schliserman
Médico Homeópata




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martes, 11 de octubre de 2011

Potencia y dosis en casos agudos.

Dr. José Stagnetto
Médico Homeópata
Ateneo dictado en la Fundación Academia de Homeopatía del Tucumán.
Julio de 2002




Vamos a tratar uno de los ítems mas oscuros del método homeopático, por se un tema en el que muy pocos coinciden supuestamente porque el autor no lo dejó claramente establecido. Podríamos decir que es una cuenta pendiente que tenemos los homeópatas con los pacientes. Ahora, para saldar esa cuenta deberíamos empezar por ponernos de acuerdo en las definiciones más elementales. Cómo no va haber confusión si el mismísimo Kent no tiene clara la diferencia entre dosis y potencia; ni Ghatak, ni Roberts, ni, ni, ni….mejor no nos enojemos y humildemente hagamos “borrón y cuenta nueva” y nos sentemos con la mente abierta y los prejuicios atados  a escuchar una hipotética clase del creador del método.

Queridos Homeópatas de Tucumán, yo les he dejado en mis obras conceptos sumamente claros y precisos, pero no pretendan buscar soluciones fáciles y medidas simplistas, siéntense a estudiar y sepan aplicar lo que escribí hace ya 200 años y que hoy tiene plena actualidad. Hay temas en los que he preferido no reducir mi enseñanza a cuadros para los débiles o los negligentes. En el tema de hoy voy a confiar en el rigor, en la diligencia y en la reflexión de los capaces dominadores del arte, pues tengamos en cuenta que hay una enorme diversidad por un lado entre un enfermo y otro (edad, excitabilidad, desarrollo espiritual, desarrollo corporal, energía vital) y por otro lado en la naturaleza de las enfermedades que pueden ser natural y simple y a su vez reciente o antigua, o bien natural y complicada (varios miasmas) o también deteriorada con síntomas medicamentosos. Entonces no se engañen ni se dejen engañar por aquellos que dicen, por ejemplo, que en las enfermedades agudas se debe usar potencias bajas; pero lo que me hace mucha gracia es oírlos decir indistintamente  dosis, potencia o dilución como si se tratara de lo mismo. Revisen bien mis escritos y se van a percatar que cuando hablo de dilución me refiero a una simple disolución de la sustancia buscando atenuar su efecto, y cuando digo dosis hablo de cantidad de medicamento, para regular la fuerza del mismo, aquella fuerza que le debo imprimir para  lograr que esa enfermedad artificial pueda desplazar a la natural, ocupando su lugar y luego mansamente (si la dosis fue suficientemente pequeña) dejarse vencer por la energía vital; y cuando digo potencia hago referencia al grado de desarrollo del poder medicamentoso que se logra mediante la trituración y sucusión del medicamento. Este poder del medicamento aumenta a medida que por la dinamización progresiva se van liberando nuevos síntomas que esa sustancia puede potencialmente llegar a producir.

Muy bien mis colegas, ya después de estas aclaraciones voy a limitarme a darles algunos consejos respecto de la dosis y la potencia en los cuadros agudo. He visto que mucho de ustedes dan la potencia 6ta, algunos 10 glóbulos por toma, otros mas consientes 5 por vez; otros que se manejan en los agudos con la 30ch “mía” o con la 200 o con la 1000. Tengan mucho cuidado con esto porque he visto muchos pacientes de ustedes seguir alegremente tomando los glóbulos por días y semanas, a veces ocultando la enfermedad que querían curar, si no se fue sola por su propia evolución, con una hermosa patogenesia del medicamento que toman. He visto…he visto….he visto….mejor ni les cuento, seamos positivos y sigamos para adelante ya que los veo con muchas ganas de hacer las cosas mejor.

Antes de seguir tengamos en cuenta que si vamos a hablar de cuadros agudos debemos dejar antes claro que nos estamos refiriendo a una gama muy amplia de procesos patológicos.

Un cuadro agudo puede ser o bien procesos independientes de la enfermedad crónica, esté en tratamiento o no, que yo les llamo “enfermedades intercurrentes” o “enfermedades intermediarias aisladas” (epidémicas o esporádicas), como también, indisposiciones o traumatismos; o bien se podría tratar de procesos agudos dependientes de la enfermedad crónica como ser una agudización de un miasma crónico, un síntoma de retorno o algún proceso exonerativo, o incluso podrían toparse con procesos relacionados con el mismo tratamiento homeopático, por alguna de las 3 faltas capitales que les mencione, a saber, síntomas nuevos debido a que no hicieron una buena elección del medicamento (primera falta capital), o una agravación homeopática, es decir aquellos síntomas primarios del medicamento que el paciente siente como si fueran propios, y que se deben a no haber moderado suficientemente la dosis de un medicamento bien elegido en cuanto a la homeopaticidad (segunda falta capital) o los síntomas secundarios  que debidos también a la misma falta, aparecen cuando entran a tallar los síntomas no homeopáticos del medicamento.

Ya saben ustedes que las exoneraciones y los retornos en principio no hay que tratarlos; ya les explique también como manejarse en aquellos casos en que no hayan cumplido con el tercer precepto del parágrafo 3 del Órganon: a saber “y si sabe cómo adaptar, conforme a principios perfectamente definidos…”.

Justamente para saber cómo adaptar la enfermedad artificial al proceso natural, en este caso agudo, debemos tener presente que pueda tratarse o bien de un proceso moderado o serio, reciente o bien instalado, febril o no febril; o bien tratarse de un adulto o de un niño, de un enfermo más o menos excitable, etc. , etc. 

Como primera aproximación tengamos en cuenta como les digo en el párrafo 236 de EC que en los males agudos los medicamentos deben administrarse a intervalos cercanos. Para no molestarles su atención, y para obligarlos a que sean más estudiosos, si es que fuera posible, por lo selecto de este grupo….digo, en lugar de ir dando la cita de cada parágrafo del Órganon o párrafo de EC, cumplo y de una sola vez en informarles que lo que vamos a pasar a tratar lo podrán leer en los parágrafos 154, 237, 238, 246, 247, 248, llamada 155, 272 y 284, y en los párrafos 240, 241, 246, 262 y en mi hermosísimo prólogo a las enfermedades crónicas de 1837, modestia aparte… es que cuando escribí esas líneas estaba sumamente inspirado, y tengan en cuenta que después de la segunda edición de EC de 1835, había madurado muchas cosas, estaba en mi cabeza incluso mi nuevo y perfecto método modificado de la escala cincuenta milesimal, que plasmé luego en la 6ta edición de mi Órganon allá por 1842-3. Tengan en cuenta estas referencias para aquellos temas, muy poquitos, en los que me contradigo, denle más crédito a la 6ta edición, pues no me alcanzó la vida para retocar después las EC…Bueno, no nos pongamos tristones, porque el que haya muerto o no en 1843 depende hoy en día de ustedes y de los que después formen….miren que responsabilidad….

Para entrar más de lleno en el sumamente práctico tema con que este discípulo tituló este presente ateneo vamos a transcribir algunas frases de distintas partes de mi obra que hacen a la cuestión:
·         Las dosis más pequeñas y de acción más cortas son por olfacción.
·         En los pequeños males agudos es suficiente la olfacción.
·         Además de la lengua, la boca y el estómago…como todo el revestimiento cutáneo…la nariz y los órganos respiratorios también se usan, con el medicamento en forma líquida, para la administración de los medicamentos recibidos por medio de la olfacción y la inhalación a través de la boca.
·         La dosis del medicamento por olfacción debe ser suficientemente justa sin que llegue más profundamente, para evitar que se prolongue su acción por más tiempo.
·         Si se usa el medicamento por olfacción, esta dilución también debe agitarse vigorosamente ocho o diez veces antes de cada olfacción.
·         Yo hago olfatear…al enfermo…una o dos veces con cada narina, según desee producir una impresión más o menos marcada.
·         En seco la acción del medicamento es más débil.
·         Un glóbulo del tamaño de una semilla de adormidera (la conocen ustedes como amapola) puesto sobre la lengua es una de las dosis más pequeñas, pues toca solamente pocas terminaciones nerviosas.
·         Si una enfermedad es reciente se curará con la primera toma del medicamento.
·         El mismo gránulo triturado en lactosa y disuelto en agua, al impresionar muchos nervios será un medicamento mucho más poderoso.
·         Cuando se espera que la acción sea más débil, dar el glóbulo en seco. Si la dosis debe tener un efecto más fuerte, entonces se la coloca en agua, mayor cantidad cuanto más fuerte necesite ser el efecto
·         En las enfermedades recientes y moderadas es suficiente un glóbulo puesto sobre la lengua.
·         Según mi experiencia en las enfermedades de alguna importancia (crónicas, semi agudas y agudas) conviene usar dosis diluidas y fraccionadas.
·         Cuando aparece una enfermedad intercurrente y no es demasiado grave, a veces es suficiente administrar el medicamento por olfación. De esa manera se acorta notablemente el tratamiento.
·         En fiebres agudas conviene dar pequeñas dosis de dinamizaciones más bajas y a cortos intervalos.
·         En las fiebres intermitentes se administra el medicamento en el período apirético, inmediatamente terminado el acceso. Si el período apirético fuera muy corto o alterado por los síntomas que siguen, dar el medicamento cuando el sudor o los otros síntomas van disminuyendo.
·         Lo mejor es repetir las tomas en dosis regulares modificando la potencia en cada toma como mi más novedoso método de repetición de las tomas.

Todo esto está dicho por mí: búsquenlo, lo que no lo crean, con las referencias que le di hace un rato….y pensar que uno tiene que oír decir por ahí que lo referente a las potencias en las enfermedades agudas esta supeditada a la experiencia de cada uno ya que yo no dije nada al respecto… ¡por favor!


A continuación vamos a ordenar un poco las cosas para que sepamos cómo actuar en cada caso basándonos en principios de fácil comprensión para cumplir con la altísima y única misión del médico, que es lo que se llama curar, pues su misión no es forjar los llamados sistemas, mezclando ideas huecas e hipótesis…perdón, me entusiasma estar entre ustedes….
Decíamos que para ordenarnos vamos a tomar los siguientes parámetros a tener en la cabeza cuando frente a un cuadro agudo debemos elegir la forma de actuar más conveniente.

1º ¿por boca o por olfación?
2º si es por olfación: ¿cómo regular la dosis?
3º si es por boca: ¿en qué dosis? ¿En seco o diluida?
4º si es diluida: ¿única toma o a intervalos?
5º si es a intervalos: ¿con qué frecuencia y hasta cuándo?


Vamos a pasar a considerar cada uno de los puntos a la luz de mis enseñanzas y para finalizar los dejaré con la gente de esta academia para que les indiquen algunas cositas que hacen a la práctica y depende ya  de la pequeña experiencia de algunos. No me puedo quedar mucho porque después de aquí tengo que ir a enseñar a montones de escuelas de homeopatía del planeta…pero no del planeta tierra.


OLFACIÓN
Como ya dije antes, conviene usar esta vía en los enfermos sumamente impresionables en los casos crónicos, pero ¿en qué casos agudos? : Cuando se trate de una enfermedad intercurrente y queramos interrumpir lo menos posible el tratamiento del miasma crónico.
Recuerden que gracias a ésta vía de tratamiento que es la más suave y más corta, a veces el medicamento antipsorico tomado con anterioridad no interrumpe su acción.
Como lo único mas que les digo de este tema es que se diluye un glóbulo en una dracma de alcohol diluido, y como bien saben que si repiten la administración por olfación se debe modificar la dinamización de cada toma, queda a la diligencia y reflexión de los capaces dominadores del arte de deducir que una dracma es igual a 60 granos, pero como ustedes están en Argentina busquen y encontrarán en sus diccionarios del siglo XXI que una dracma equivale a 3,594 grs. No les digo cuanto de diluido debe ser el alcohol, que eso pues lo determinen las y los farmacéuticos, y no se olviden de interpretar mis queridos farmacéuticos que el frasco donde guarden el glóbulo diluido para la olfación, que hayan indicado los distinguidos médicos homeópatas Tucumanos, debe ser de color caramelo y guardar la cámara de 1/3 de aire para una eventual sucusión.
No se preocupen si el paciente que va a recibir la medicación por olfación puede estar por ejemplo, resfriado y sin olfato, pues son solamente los nervios táctiles los que reciben  la impresión curativa y la transmiten al sistema nervioso entero. En el caso de que por alguna razón fuera imposible por vía nasal, recuerden que pueden inhalar por la boca, y que la dosificación además de la cantidad de medicamento que tenga el frasco, se la regula con la intensidad de los movimientos inspiratorios y/o una o dos narinas.


VÍA ORAL-dosis única
Les dije hace un rato que la enfermedad cuando es reciente y moderada es suficiente con la dosis única, y optarán por un glóbulo en seco o diluido según se trate de las características de la enfermedad y el paciente.
Acá vale mi aseveración de la tercera falta capital del médico homeópata: no interfieran la acción de esta dosis hasta que no se haya agotado el efecto.
Pueden a este mismo glóbulo triturarlo en lactosa y diluirlo en agua si desean una acción mayor, pues recuerden que así impresionarán mas terminaciones nerviosas… y así el medicamento se volverá más poderoso, cuanto más agua le pongan….ay, ay me acabo de acordar, y qué culpa tiene James Taylor en esto, que todavía hay homeópatas que dicen que la dosis no tiene importancia….


VÍA ORAL-dosis fraccionada
¿Cuándo usar en un cuadro agudo esta forma de administrar el medicamento?
Ya les dije:
·         Según mi experiencia en las enfermedades de alguna importancia (crónicas, semi agudas, y agudas) conviene administrar dosis diluidas y fraccionadas.

¿En qué dosis?
Ven, casi todo tengo que decirles: un gránulo de las dinamizaciones más bajas en 7, 10 o 15 cucharadas soperas de agua pura (porque para las enfermedades crónicas que debe durar el agua varios días, además de ser la proporción distinta, aconsejo alcohol o un pedazo de carbón como conservante)
De esa solución, administre al enfermo una cucharada sopera modificando la dinamización en cada toma con 10 sucusiones.
En los chicos pueden darles, para que lo acepten mejor en el recipiente habitual y azucarada. Y en ello den mejor media cucharada por vez o menos.
Si se les llega a terminar la solución preparada del medicamento que están administrando y deben seguir con el mismo, entonces vuelvan a preparar pero tengan en cuenta que tienen que nivelar la dinamización: cuenten las tomas que ya hizo  y el número de sucusiones y en la nueva solución alcancen y pasen un poco ese número para seguir después aumentando en cada toma la medicación  con 10 sucusiones por vez.


¿Con qué frecuencia?
Eso depende de cada caso y les dejo librado a la diligencia y a la reflexión de los capaces dominadores de su arte….
Pero les doy una aproximación: cada 2, 4, 6 horas en general. Si la enfermedad aguda es un caso más urgente háganlo cada 30 o 60 minutos. Y en un caso tan urgente como por ejemplo el cólera asiático, mucho más frecuentemente.


¿Hasta cuándo?
Siguiendo los intervalos regular que dijimos seguiremos hasta…creo que están en condiciones de deducirlo ustedes mismos….hasta que los síntomas primitivos (los de la consulta) empiecen a exaltarse…Igual que con la LM en los casos crónicos, cuando llega la agravación final. ¿Qué hacer en este momento entonces?: también pueden deducirlo ustedes mismos: disminuir la cantidad y espaciar las tomas….


Bueno, mis queridísimos discípulos tucumanos, sigan adelante, no se queden solo con lo mío, progresen, avancen, pero no desvirtúen más mi método, que no es mío: es un regalo de la Divinidad para provecho de los enfermos.







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lunes, 3 de octubre de 2011

Campaña de desinformación contra la Homeopatía.

Campaña de desinformación contra la Homeopatía.
Artículo Original: The disinformation campaign against Homeopathy.
Traducción: Dr. Martin Ahumada. Médico Homeópata. MP 7245

La medicina homeopática es al presente una de las principales terapias alternativas practicadas por los médicos en Europa (particularmente Francia, Alemania, Reino Unido e Italia) y Asia, especialmente en India subcontinental (EU Commission, 1997; Prasad, 2007). Desde el desarrollo de la Homeopatía  como especialidad medica especialmente a partir del temprano 1800,  esta ha sido una mejor alternativa a la medicina ortodoxa internacional y se ha posicionado como  una amenaza constante para la economía científica y filosófica  de la atención médica convencional.
El enfoque homeopático para la curación mantiene un profundo respeto por los síntomas de la enfermedad como una importante defensa del sistema inmune de la persona. Mientras que la medicina convencional tiende a asumir que los síntomas son algo “malo” en la persona que necesita ser quitado, ya sea inhibiendo, suprimiendo o manipulando bioquímicamente, los homeópatas tienden a asumir que los síntomas son defensas importantes del organismo que son resueltas efectivamente cuando lo tratamos imitando los síntomas en orden de iniciar el proceso de curación. Últimamente  estos dos diferentes enfoques para curar a las personas ha llevado a variados conflictos.
Es común, por ejemplo, para los homeópatas cuestionar los supuestos estudios científicos  que alegan que las drogas convencionales son efectivas como tratamiento, porque su preocupación es que muchos de esos tratamientos tienden a suprimir esos síntomas o romper el equilibrio ecológico interior del cuerpo y crear muchas más serias enfermedades. Justamente como los medicamentos opiáceos en el siglo 19 dieron la apariencia de la curación, los homeópatas sostienen que muchas drogas modernas producen alivios de corto plazo y crean disfunciones inmunológicas, enfermedades mentales y otras enfermedades crónicas en este aspecto. Además, el hecho de que a muchas personas hoy en día se les prescriban múltiples cantidades de drogas, a pesar que las investigaciones clínicas raramente puedan demostrar la seguridad y eficacia de tales practicas, nos fuerza a todos a cuestionarnos como la medicina científica moderna es realmente.
Los Homeópatas sostienen que las altas tasas de cáncer, ataques al corazón, fatiga crónica, y varias enfermedades crónicas en crecimiento en gente joven podría ser el resultado de la supresión de síntomas y de los procesos de la enfermedad por parte de la medicina convencional. Por lo tanto no sorprende que médicos convencionales y la industria farmacéutica tengan una larga y oscura historia de trabajo conjunto en atacar a la homeopatía y a los homeópatas.
El antagonismo contra la homeopatía comenzó cuando el muy respetado medico sajón Sammuel Hahnemann, desarrollo el sistema en los comienzos del 1800. Hahnemann era traductor de los principales textos de medicina y toxicología y autor de los principales libros de texto de farmacología usados por los farmacéuticos de sus días
A pesar del alto prestigio en medicina, química y farmacología de Hahnemann, su fuerte crítica a la medicina convencional lo llevo a sufrir ataques personales contra el por parte de los médicos ortodoxos como también por parte de los boticarios quienes estaban filosóficamente y económicamente amenazados por la obra de Hahnemann. Cuando la homeopatía llego a América en 1825, creció rápidamente debido al amplio reconocimiento obtenido debido al éxito en el tratamiento de las enfermedades epidémicas que se desencadeno en los comienzos y mediados del 1800. Entonces, cuando el Instituto Americano de Homeopatía se transformo en la primera organización médica nacional en 1844, una organización rival se desarrollo con el propósito de frenar el crecimiento de la homeopatía  (Rothstein, 1985, p. 232). Esa  organización se llamo  Asociación Médica Americana y ha  trabajo sin descanso para disminuir la popularidad y la influencia de esta medicina natural.
Paul Starr,  ganador del premio Pulitzer por su libro “La transformación social de la medicina estadounidense,” reconoció que el prestigio logrado por la homeopatía  en Estados Unidos a mediados del siglo 19 y más adelante fue:
"Debido a que la homeopatía era al mismo tiempo filosófica y experimental, esto le pareció a mucha gente  ser más y no menos científica que la medicina ortodoxa
Incluso el  presidente de USA William McKinley, le dedico un monumento al Dr. Hahnemann en Washington, DC en 1900, que todavía permanece hoy como el único monumento en la capital Americana a la obra de un medico.
Sin embargo la amenaza económica, filosófica o científica que el paradigma y la práctica de la homeopatía representa, hace que la hostilidad y el antagonismo todavía exista. Por consiguiente  es esclarecedor exponer la expandida desinformación sobre la homeopatía y entonces entender quienes lideran la campaña de desinformación
Los mitos propagados sobre la homeopatía
Como otros propagandistas, los detractores de la homeopatía buscan crear desinformación usando tres técnicas sencillas. Primera, los detractores de la homeopatía hacen una simple y falsa acusación, una mentira, y la repiten constantemente y consistentemente en un intento de crear una nueva “verdad”. Segunda, esta repetición es entonces hecha dentro de un contexto de algún elemento legitimizador. En el caso de los detractores de la homeopatía, ese elemento es  una corrupción de la ciencia normal, un análisis de la evidencia científica que crea razones (excusas) para excluir los estudios de alta calidad que muestran los resultados positivos (aun aquellos estudios que fueron publicados en las principales y convencionales revistas medicas), y el mal uso del concepto de escepticismo. Los detractores de la homeopatía ignoran o minimizan  la gran cantidad de evidencia de la ciencia básica y de investigación clínica, a partir de los estudios de resultados, de los estudios de costo-beneficio y de los de evidencia epidemiológica y solo citan aquellos estudios que verifican sus propios puntos de vista, en lugar de revisar toda la evidencia.
El tercer componente esta  técnica es la de vender una mentira a una población vulnerable en un intento de lograr la repetición de esta desde este grupo. En el caso de los detractores de la homeopatía, los grupos vulnerables son frecuentemente jóvenes estudiantes de ciencia quienes están enamorados del lenguaje y elitismo de su nuevo y recién aprendido oficio, pero que carecen de un profundo conocimiento y experiencia para darse cuenta que están siendo usados por los detractores. Los detractores también despiertan el miedo de aquellos viejos y establecidos científicos y médicos, a quienes llevan a creer que “si la homeopatía es verdad, entonces todo sobre la ciencia y medicina moderna es falso. “ Esta simplificación excesiva de la realidad es comúnmente repetida”
De todos modos, así como la física cuántica no “refuta” todo de la física, pero mas bien, amplia  nuestra capacidad de entender y predecir eventos en sistemas extremadamente pequeños como grandes, de la misma manera, la homeopatía no refuta toda la farmacología moderna pero amplia  nuestro entendimiento sobre el uso de dosis extremadamente pequeñas de agentes medicinales para provocar una respuesta curativa.
La historia está repleta de estos casos en la que la medicina ortodoxa y la ciencia resisten con firmeza a los diferentes sistemas de medicina y paradigmas del curar. A pesar que el promedio de médicos y científicos tienden a ser amenazados por nuevas ideas, un atributo común de los principales médicos y científicos  es la cierta apertura y humildad debida a la evolución común y aun esperada del conocimiento.
Se debería reconocer que los médicos homeópatas, pacientes y usuarios de esta medicina natural son frecuentemente sorprendidos y asombrados por los resultados que experimentan en el tratamiento de ellos mismos, sus hijos, niños, animales y plantas. En mis observaciones en estos 40 años, mucha gente era escéptica sobre la homeopatía hasta que probaron y vieron por ellos mismos… y hay entonces buenas razones para que 10 millones de personas alrededor del mundo usen y confíen en esta medicina natural para un amplio rango de trastornos tanto agudos como crónicos. Dicho esto,  el desafío no es solamente probar la homeopatía sino primero aprender algo sobre ella para poder usarla correcta y efectivamente.
Lamentablemente, como sea, los detractores de la homeopatía tienden a propagar desinformación sobre la homeopatía, incluyendo los siguientes mitos:

Mito nº1: “No hay investigaciones que demuestren que la homeopatía funciona”
Tal declaración no es más que el uso creativo de las estadísticas, o lo que podríamos llamar “mentiras, malditas mentiras y estadísticas”. Actualmente, la mayoría de los estudios clínicos de investigación llevada a cabo con medicinas homeopáticas demostraron resultados positivos. De todos modos, si “estos creativos estadistas” solo evalúan el pequeño número de todos los estudios, un resultado positivo es menos probable, pero no porque la homeopatía no funcione, sino porque estos grandes estudios tienden a administrar solo un medicamento homeopático para todos en el estudio, sin ningún grado de individualización  en el tratamiento, lo que es típico del método homeopático(1).  Pretender que las medicinas homeopáticas no funcionan usando solo esos estudios es tan ilógico como decir que los antibióticos son ineficaces solo porque no curan cada virus, hongo o infección bacteriana.
Mito nº2: “ Los estudios clínicos que demuestran que las medicinas homeopáticas funcionan son estudios mal realizados”
Incorrecto!. Los estudios que demuestran la eficacia de los medicamentos homeopáticos han sido publicados en the Lancet, the British Medical Journal, Pediatrics, Pediatric Infectious Disease Journal, Cochrane Reports, Chest (the publication of the British Society of Rheumatology), Cancer (the journal of the American Cancer Society), Journal of Clinical Oncology (journal of the Society of Clinical Oncology), Human Toxicology, European Journal of Pediatrics, Archives in Facial Plastic Surgery, Archives of Otolaryngology -- Head and Neck Surgery, Journal of Clinical Psychiatry y muchos más. Todos esos estudios fueron randomizados, doble ciego y con grupo control con placebo. Además debido a la parcialidad en contra de la homeopatía, esos estudios han sido escudriñados rigurosamente, incluso de forma más rigurosa que lo que es habitual.
La débil respuesta de los detractores de la homeopatía es que aquellos  estudios son "elegidos entre los mejores." Pues bien, parece que hay un montón de “buenos estudios” (estudios clínicos que verifican la eficacia de los medicamentos homeopáticos). También, numerosos de las principales revistas médicas arriba mencionadas han publicado meta análisis de estudios clínicos en enfermedades específicas y demostraron que las medicinas homeopáticas tienen significativamente más beneficios que el placebo. Y más aun, los detractores erróneamente equiparan los estudios “negativos” como evidencia de que todo el sistema homeopático no funciona cuando, en los hechos, estos estudios son por lo general de carácter preliminar para explorar el uso de uno o un puñado de remedios para una enfermedad especifica.
Irónicamente,  la única revisión de las investigaciones que los detractores de la homeopatía mas comúnmente afirman como una fuerte evidencia de que no hay diferencia entre las medicinas homeopáticas y el placebo (Shang et al, 2005) ha sido demostrada como malo o ciertamente científicamente inadecuada.  (Walach, et al, 2005; Fisher, 2006; Rutten, 2009, Rutten and Stolper, 2008; Lüdtke and Rutten, 2008).

Mito nº3: “ la potencia 12CH es como una gota en el océano atlántico”
Pura fantasía (y confusa matemática)!. En los hechos la 12 ch requiere de 12 tubos de ensayo, y el uno por ciento de la solución procede de cada uno de los 12 tubos de ensayo. Es típico también de los detractores de la homeopatía aseverar con cara seria que la preparación de un simple medicamento homeopático requiere más agua de la que existe en el planeta. Esto demuestra que los escépticos  son tan fundamentalistas en sus puntos de vista que consiente o inconscientemente asumen erróneamente que las diluciones usadas en homeopatía crecen proporcionalmente con cada dilución; ellos asumen que cada dilución requiere 10 o 100 veces más agua con cada dilución – que no lo asumen, e incluso los más elementales artículos y libros de homeopatía afirman estos hechos. Tristemente (y extrañamente), muchos de los escépticos de la homeopatía parecen leerse el uno al otro mala información sobre homeopatía y tienen una propensión a dar vuelta la realidad de lo que la homeopatía es de manera que se malinterprete.
Mito nº4: “ No hay nada en las medicinas homeopáticas. Es solo agua”
Ignorancia y directamente desinformación. Primero, un gran número de medicinas homeopáticas que son vendidas en negocios de dietéticas y farmacias son las llamadas de “baja potencia”, esto es pequeñas o muy pequeñas dosis de medicina, muchas de las cuales tienen la misma dosis que ciertas poderosas hormonas y células inmunológicas circulantes en nuestro cuerpo. Segundo,  como ejemplo, de seis diferentes medicinas hechas de minerales, científicos del departamento de ingeniería del Instituto de Tecnología de la India, confirmaron consistentemente que la sustancia primitiva esta todavía presente en forma de nano partículas del mineral primitivo aun cuando la medicina fuera sometida a cientos de diluciones seriadas con vigorosas sacudidas entre cada dilución, como se hace con el método homeopático (Chikramane, Suresh, Bellare, 2010) (3). Además las principales revistas médicas y químicas han publicado otras investigaciones que confirman que hay diferencia entre el agua  y el “agua homeopática” (Elia and Niccoli, 1999; Elia, Napoli, Niccoli, et al, 2008; Rey, 2003).
Mito nº5: “ si no comprendemos como trabajan las medicinas homeopáticas, entonces no pueden funcionar. Es brujería”
Carente de todo valor. Cuantas veces más en la historia los científicos y otros necesitan darse cuenta antes que no entendemos  numerosos misterios de la naturaleza, pero que por nuestra falta de entendimiento no significa que los misterios no sean reales. Llamar “brujería” claramente es el miedo de alguien de lo que no sabe o entiende, y una observación habitual desde la historia es que cuando uno va a una cacería de brujas, una bruja encuentra (de uno u otro modo). El hecho es, que hay una pequeña pero significativa  cantidad de investigaciones científicas que han demostrado resultados tanto físicos como biológicos por parte de las medicinas homeopáticas y tienden a ser ignorados (Endler, Thieves, Reich, et al 2010; Witt, Bluth, Albrecht, et al, 2007). Publicar en revistas científicas no es común en la práctica de las brujas (o brujos).
El Dr. Karol Sikora es un respetado oncólogo  y decano de la University of Buckingham medical school in England. Sikora a expresado su seria preocupación sobre la “represión Stanilista” que ciertos escépticos de la homeopatía y las medicinas alternativas emplean (Sikora 2009). Sikora a criticado severamente a los “médicos de escritorio” y otros que parecen tener poca o nada de experiencia en el uso de esos tratamientos en pacientes reales.
Otra pieza critica que muestra y aun prueba la actitud anticientífica de los detractores de la homeopatía es que ahora desean cerrar toda discusión sobre la eficacia de los medicamentos homeopáticos (Baum and Ernst, 2009). Estos fundamentalistas médicos actualmente desalientan mantener la mente abierta sobre la homeopatía. Hay que cuestionar esta actitud anticientífica que los opositores de la homeopatía encarnan, y hay que preguntarse porque todavía mantienen tal posición.
La segunda parte de este artículo les preverá además evidencia especifica de la actitud anticientífica y las acciones de estos individuos y organizaciones que lideran la campaña en contra de la homeopatía. La oposición a la homeopatía desde Estados Unidos y otra desde el Reino Unido será discutida en orden de llevar luz en este importante debate en el cuidado de la salud.

Notas al pie:
(1)A pesar que la individualización del tratamientos es una característica del  método homeopático, hay algunas excepciones a esta regla. Por ejemplo, ha habido cuatro grandes estudios randomizados, doble ciego y controlados con placebo que demostraron que el Oscillococcinum es efectivo en el tratamiento de personas con influenza o síndromes gripales. (Vickers and Smith, 2006).

(2) References to these and other studies can be found in the following article: The Case FOR Homeopathic Medicine: Historical and Scientific Evidence -- http://www.huffingtonpost.com/dana-ullman/the-case-for-homeopathic_b_451187.html
(3) Transmission Electron Microscopy (TEM), electron diffraction by Selected Area Electron Diffraction (SAED), and chemical analysis by Inductively Coupled Plasma-Atomic Emission Spectroscopy.

REFERENCIAS:
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Chikramane PS, Suresh AK, Bellare JR, and Govind S. Extreme homeopathic dilutions retain starting materials: A nanoparticulate perspective. Homeopathy. Volume 99, Issue 4, October 2010, 231-242. http://www.homeopathy.org/files/HomeopathyandNanoparticle.pdf
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Endler PC, Thieves K, Reich C, Matthiessen P, Bonamin L, Scherr C, Baumgartner S. Repetitions of fundamental research models for homeopathically prepared dilutions beyond 10-23: a bibliometric study. Homeopathy, 2010; 99: 25-36.
http://www.similima.com/homeopathyresearch/thesis108.pdf
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Fisher P, 2006. Evid Based Complement Alternat Med. 2006 March; 3(1): 145-147.
Published online 2006 January 26. doi: 10.1093/ecam/nek007
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1375230/
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Rey L. Thermoluminescence of Ultra-High Dilutions of Lithium Chloride and Sodium Chloride. Physica A, 323(2003)67-74. http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0378437103000475
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Rutten ALB, Stolper CF, The 2005 meta-analysis of homeopathy: The importance of post-publication data. Homeopathy. October 2008, doi:10.1016/j.homp.2008.09/008. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19371564
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